Comenzamos una liga con dos equipos en primera andaluza y otro en División de honor. Un lujo llegar a esa cifra, ya que para todo aquel que no lo sepa, es el límite máximo de equipos que puede tener un equipo en esas divisiones. Y lamentablemente, esta temporada no contábamos con las mejores posibilidades de personal, pues debido a un par de bajas, una de ellas por estudios (Sergio) y algún viaje fuera de uno de nuestros componentes (Jesús Hernández), los equipos eran muy ajustados. A lo que había que añadir que en esta temporada se reestableció de nuevo que los equipos fueran de 5 jugadores.
Para sumar inconvenientes, apostamos por la formación de los equipos de primera andaluza, dando oportunidad a que los más jóvenes y a la mayoría de componentes que el año anterior había conseguido ascender al equipo «C» a que lo formaran de nuevo este año, sin ninguna ayuda externa y exponiendo a las jóvenes promesas en las primeras mesas de una recién estrenada categoría andaluza. Un riesgo y responsabilidad extremas, que sin duda ha dado sus frutos.
Con estas circunstancias, se arriesgaba mucho, y finalmente uno de nuestros equipos perdió la categoría.
Hay que decir que la suerte no estuvo de nuestro lado, pues el punto que nos faltó para no bajar lo tuvimos en nuestras manos y se escurrió de forma milagrosa para nuestros rivales. Pero eso no quita como ya hemos comentado, que la exposición de las tres jóvenes promesas de Marbella ajedrez Metro Club en las primeras mesas de primera andaluza, haya sido un éxito y ahora cuenten con una experiencia extra, además de más elo, junto a un nivel que han adquirido, que antes no tenían. Además de haber tenido la gran oportunidad de disfrutar y ganar algunas partidas en zonas de alta exposición. Está claro que tras este torneo, el respeto a rivales de mucho más elo, ya no es un handicap.
El otro equipo de Marbella Ajedrez Metro Club, lo pasó peor aún, si cabe, pues durante las rondas de juego en división de honor, era el equipo que tenía que aportar refuerzas a este conjunto, sufriendo por tanto a cada ronda la falta de algún jugador importante y perdiendo bastantes encuentros por este motivo. Lo cual llevó al asunto que tratamos en esta crónica, ya que aunque no se bajó directamente de categoría, nos tocó jugar la promoción con el fin de mantenerla o irnos a jugar el provincial el siguiente año.
El rival elegido (éramos el penúltimo equipo en elegir), Nerja (Balcón de Europa A), a priori debido a su elo, era un equipo inferior al nuestro. Pero no estaban ahí por casualidad, para disputar la promoción, sino que habían realizado una temporada en Categoría Preferente, casi impecable. Tan sólo habían perdido un encuentro en toda la temporada
Al final, tras un encuentro fuera en el que empatamos, nos restaba el resultado positivo de esta semana pasada para permanecer en la categoría y conseguimos vencer por 3.5 a 1.5 donde el equipo casi en su totalidad puntuó a excepción de Daniel Curras, que en su favor hay que decir que no aceptó unas tablas en pro del equipo, pues le fueron propuestas en un momento incierto del encuentro y responsablemente no aceptó. Hay que decir que no fue un encuentro fácil y ganarlo fue un gran alivio, pues la responsabilidad era grande, ya que el club necesitaba al menos un equipo en primera andaluza, acorde al nivel de juego de sus componentes.